El odio hacia este gremio comenzó cuando los británicos, durante su mandato en el país, fomentaron la inmigración bengalí por lo que la etnia rohingya apoyó a los ingleses durante la Segunda Guerra Mundial, y se contrapusieron a los nacionalistas budistas haciendo uso de las armas suministradas por los británicos. Por ello, una gran parte de los monjes budistas es hoy en día islamófobo y estos avalan la expulsión de estos.
Por ello, la exclusión hacia esta comunidad comenzó con la llegada al poder de los uniformados en 1948, tras la segunda guerra mundial, y reconoció a “las razas indígenas de Birmania” con el derecho a nacionalidad, exceptuando a los rohingya. Sin embargo, admitieron una ley la cual permitía que aquellas que pudieran demostrar la presencia de más de dos generaciones en el país, podrían acceder a documentos de identidad. En cambio, esto cambió cuando La Junta Militar estableció 135 etnias en 1982, dejando a rohingya fuera, y no solo eso, establecieron como requisito hablar uno de los dialectos del país para conseguir la ciudadanía, haciendo que las los rohingya quedaran fuera, ya que dialogaban su propio dialecto.
Bangladesh, en la actualidad, uno de los países más indigentes y poblados del mundo, está sufriendo una profunda crisis por culpa de las inmigraciones exageradas de esta etnia, y han decidido cerrar sus fronteras. Asimismo, conservan a estos en las fronteras, ya que la vuelta a su país residente es inviable por no tener los papeles comentados. En fin, una situación complicada para ambas partes.